Comisiones Obreras de Madrid | 5 octubre 2024.

Cae la afiliación a la Seguridad Social, se acentúa la temporalidad y se estanca la reducción de desempleo

    Los datos de paro registrado, contratación y afiliación a la seguridad social conocidos hoy arrojan el peor dato para un mes de julio desde que comenzó la recuperación del empleo en 2015.

    02/08/2017.
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    Oficina Inem

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    Los desempleados inscritos se han reducido en tan solo 366 personas, situando la cifra de desempleados en 379.492. El paro disminuye además más despacio (un 0,1%) que en el conjunto del país (donde se reduce un 0,8%), algo que se viene repitiendo en los últimos meses. Paralelamente la afiliación a la Seguridad Social disminuye en el último mes en 13.576 personas, rompiendo la tendencia de los últimos meses.

    Son datos que confirman lo que CCOO de Madrid viene denunciando: el empleo crece de forma insuficiente y lo hace a costa de la temporalidad y con una base poco sólida.

    No hay que perder de vista que aún no se ha recuperado el empleo destruido durante la crisis a pesar de que la Comunidad de Madrid crece en términos de PIB y ha alcanzado los niveles de generación de riqueza que tenía antes de la crisis.

    Sería necesario reducir el desempleo en otras 170.000 personas más solamente para recuperar la situación previa a la destrucción de empleo de los últimos años. Además el colectivo de 379.441 personas desempleadas no mejora su situación. En el último dato del mes de junio los perceptores de prestaciones se situaron en 178.702 personas, algo por encima de lo registrado en el mes anterior, debido a que una parte de los desempleados son personas que terminan sus contratos precisamente en los meses de verano.

    Pero el dato de personas demandantes de empleo sin ocupación que no reciben ninguna prestación es de 220.452, una situación especialmente grave cuando los datos de la EPA nos indican también que el porcentaje de hogares con todos sus miembros en paro sigue superando el 6%.

    Por otro lado, se sigue creando empleo precario. La temporalidad y las jornadas parciales marcan nuestro mercado laboral. Los contratos temporales en el último mes supusieron el 85,66% de los 221.877 contratos realizados. Y en lo que va de año, son temporales el 83,24% de los contratos. La consecuencia es que los empleos que se están generando están incrementando la tasa de temporalidad que se sitúa ya (según datos de la EPA de este último trimestre) casi en el 20%, acelerándose su crecimiento en los últimos meses. Esta es la razón de que, a pesar de la elevada contratación, la afiliación a la seguridad social ha disminuido en 13.576 personas en el mes de julio.

    A esta situación de generación de empleo insuficiente y de baja calidad se suma la situación de colectivos específicos: los parados de mayor edad que tienen menos oportunidades de conseguir un empleo y parados de larga duración que van quedando excluidos de las prestaciones, las mujeres, con tasas de actividad más baja y niveles de desempleo superior al de los hombres y los jóvenes, que sufren especialmente la temporalidad.

    Mientras que entre los hombres se reduce ligeramente el desempleo, entre las mujeres vuelve a incrementarse en el mes de julio en más de 2.000 desempleadas, siendo ya mujeres el 58,1% de las desempleadas inscritas. También se ha incrementado el desempleo entre los menores de 25 años en 2.800 personas, en tanto que entre los mayores se reducía ligeramente (pero solo entre los varones).

    En cuanto a sectores, destaca el empeoramiento de la situación del sector servicios, que ha liderado la reducción del empleo en los últimos meses. Por ello, la secretaria de Empleo de CCOO de Madrid, Eva Pérez, ha reclamado “medidas para mejorar el acceso al empleo y la calidad en estos colectivos”.

    “No podemos aceptar medidas que, para incrementar el acceso al empleo, empeoren y precaricen aun más la calidad de este empleo. Y esto porque, por un lado, el ritmo insuficiente de creación de empleo y la baja calidad en un contexto de crecimiento económico es injusto, incrementa la desigualdad y condena a miles de trabajadores a la pobreza y la exclusión. Por otro, porque las características del mercado de trabajo hacen imposible una recuperación de base sólida y conduce a la desprofesionalización de los sectores”, ha concluido.